Estas líneas van dedicadas a todas las personas en el ámbito de la formación que ejercen la enseñanza y que han visto cómo su medio habitual para impartir formación, la presencialidad, se ha visto modificada.
Existen múltiples metodologías y herramientas al servicio de la formación. De forma abrupta nos hemos visto obligados a utilizar, para muchos un nuevo modelo que implica la utilización de nuevas herramientas para ejercer, una de las profesiones más apasionantes y de mayor responsabilidad, la enseñanza en modalidad presencial en remoto.
La nueva situación nos lleva a la formación online como solución
La formación online en formato presencial en remoto no es una metodología nueva, aunque sí minoritaria, hasta la llegada del COVID. En la actualidad los docentes deben impartir sus formaciones en dicho formato con las herramientas disponibles, que no son pocas por ejemplo Microsoft TEAMS, Zoom o Adobe Connect. La tecnología tiene capacidad de ofrecer este modelo, la cuestión es conocer si estamos realmente preparados para utilizarla.
La formación presencial en remoto ofrece multitud de ventajas, pero desafortunadamente, me encuentro con el rechazo continuo del modelo con la frase lapidaria; “el modelo está muy bien pero no es lo mismo que la formación presencial”, mi experiencia me dice que es el recurso para no adaptarse a un nuevo modelo que tiene mucho que aportar, pero ¿cuál es el hándicap? ¿por qué desechamos una nueva forma de trabajo? Considero que el factor principal, es el miedo al cambio provocado por lo desconocido.
El miedo es intrínseco al ser humano, es un mecanismo que rechaza aquello que desconocemos, es este caso el uso de las herramientas. Creemos que por tener la capacidad tecnológica el problema está solventado, craso error, la tecnología está al servicio de los usuarios y para que cumpla su misión estos deben saber utilizarla. Personalmente, tenemos que mejorar mucho en ese aspecto, todos damos por hecho que los profesores pueden permutar de modelo formativo por el simple hecho de estar a nuestra disposición, pero ¿quién ha ayudado en esta situación a que los docentes se encuentren cómodos en su nuevo medio? La comodidad es el resultado del conocimiento y la confianza. Es necesario y urgente un plan de adaptación al modelo presencial en remoto que debe pasar sí o sí por enseñar a nuestros docentes a utilizar la tecnología.
¿Cómo debemos diseñar el plan de formación para los docentes?
- Objetivos: fijar las capacidades y habilidades a desarrollar
- Análisis de situación: conocer las capacidades de los colaboradores
- Diseño de contenidos: diseñar los contenidos formativos en base a los objetivos y las capacidades actuales de los colaboradores
- Localizar al formador: seleccionar al perfil adecuado para mentorizar la formación
- Programar la formación: establecer los parámetros de delivery
- Aplicar y aprender haciendo: realizar seguimiento sobre la aplicabilidad de los aprendido e implementar formación continua sobre los objetivos
- Evaluar los resultados: evaluar la satisfacción de la formación y la mejora de procesos derivados de la formación
Ventajas de utilizar la metodología de formación online o a distancia
Ahora bien, permitidme listar tres de las principales ventajas que le encuentro al modelo presencial en remoto, una vez que el docente domina la herramienta (organizar las clases, compartir archivos en línea, utilizar la pizarra digital, compartir pantalla, que el alumno comparta su pantalla, dinamizar las clases, etc.) llámese TEAMS, ZOOM o cualquier sistema de retransmisión:
- Ahorro de tiempo para el alumno al evitar desplazamientos innecesarios
- Estés dónde estés, mejora la conciliación de todos los implicados
- Tenemos la posibilidad de grabar las clases y esto, a mi entender, es un valor añadido ya que se garantiza que el alumno percibe el 100% de la formación
En el contexto actual es imprescindible, formarse en el uso de nuevas tecnologías y formar a nuestros equipos para adoptar las ventajas que aportan a los usuarios.
Daniel Hidalgo
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