¿Qué es la Inteligencia Artificial?

Podríamos definir la Inteligencia Artificial (AI) parafraseando a John McCarthy como la ciencia y la ingeniería que se dedica a crear máquinas y programas informáticos inteligentes. Actualmente contamos con numerosas aplicaciones a nuestro alcance y que ya utilizamos a diario casi de forma natural. Los programas de reconocimiento de voz, los chatbots que nos atienden en los servicios al cliente en páginas web o los algoritmos que nos recomiendan qué artículos nos pueden interesar mientras hacemos una compra online son Inteligencia Artificial.

IA en nuestro día a día

Son muchas las preguntas que nos hacemos sobre cómo nos va a afectar la IA en nuestras vidas, pero también son muchas las dudas que ya se están resolviendo o hay personas trabajando en ello. Por ejemplo: ante el buen uso de la lengua, el respeto a la ortografía y la gramática, y las nuevas formas de expresarnos; la Real Academia Española cuenta con LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial) para defender el buen uso de la lengua española en el universo digital.

Desde un smartphone podemos conectarnos con aplicaciones que nos generan imágenes, ilustraciones, según la idea que le indiquemos y con el acabado que deseemos, óleo, grafito…Por poner un ejemplo: Queremos elaborar un material didáctico para jóvenes en el que se hable de sostenibilidad y medio ambiente. Para ello utilizaremos una imagen fuera de lo común, impactante y atractiva. Un oso polar como símbolo del cambio climático y del deshielo de los polos en medio del espacio, completamente fuera de su contexto habitual. Encargaremos a un diseñador gráfico el proyecto o creamos la imagen a través de IA de forma gratuita y en pocos segundos.

También podemos pedirle que nos escriba un trabajo sobre la IA o este mismo artículo que está leyendo. Por ello son lógicas las reticencias de quienes se dedican a la educación. ¿Cómo identificar si un trabajo lo ha realizado realmente el alumno o lo ha hecho una aplicación con inteligencia artificial?

Durante los últimos días se ha hablado mucho de la aplicación ChatGPT y la facilidad con la que un estudiante puede obtener un texto sobre una temática cualquiera. Afortunadamente, desde el medio especializado en tecnología Xataka han probado cómo diferenciar si la autoría del trabajo es humana o inteligencia artificial. Y es que la forma en la que se expresan los chats se diferencia a la forma en la que nos expresamos nosotros.

Riesgos de la Inteligencia Artificial

Lo que ahora está generando tanto revuelo lleva décadas desarrollándose. Recordemos que en 1950 Turing ya planteaba si las máquinas podían pensar. Podemos plantear debilidades y amenazas y realizar un análisis DAFO exhaustivo que nos lleve a rechazar de pleno estos avances, pero debemos fijarnos en las fortalezas y sobre todo en las oportunidades que nos ofrece. La IA ha sido creada por el humano al servicio de las personas y es una gran herramienta si sabemos cómo utilizarla de forma adecuada.

Al igual que la legislación que regula todo lo que pasa en Internet ha tenido que realizar una carrera de fondo, con la inteligencia artificial sucede lo mismo. ¿Derechos de autor? ¿Plagio? ¿Uso de fotografías?

Las imágenes que acompañan este texto han sido creadas con inteligencia artificial. En vez de buscar conceptos rebuscados o complejos hemos introducido “inteligencia artificial” y este es el resultado. La aplicación nos muestra varios resultados sobre los que podemos generar variaciones. Estamos ante una nueva forma de trabajo, podemos crear imágenes nuevas que acompañen artículos, que sirvan como apoyo visual en un trabajo académico como hemos mostrado con el ejemplo del oso polar. La persona que trabaje en diseño gráfico puede ver una amenaza hacia su puesto de trabajo, pero una máquina rara vez va a poder sustituir la creatividad del ser humano ya que carece de emociones y el arte digital también requiere de la sensibilidad del cerebro humano.

En el año 2019 se celebró la Conferencia Internacional sobre Inteligencia Artificial en la Educación y redactaron un consenso en el que se recogen las recomendaciones para los Estados para responder a las oportunidades y desafíos que plantea la inteligencia artificial y cómo puede acercarnos a conseguir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4): es el que se centra en la educación de calidad: una educación universal, que fomente la equidad y la igualdad de género. Según el Consenso: “el enfoque humanista del despliegue de las tecnologías de la IA en la educación ayudará para mejorar la inteligencia humana, proteger los Derechos Humanos y promover el desarrollo sostenible gracias a la colaboración eficaz entre los humanos y las máquinas en la vida, el aprendizaje y el trabajo”.

Algo que no debemos olvidar: la brecha digital. La oportunidad que tenemos de empoderar a los docentes, proporcionar a todas las personas posibilidades de aprendizaje se pueden ver limitadas por el acceso a una red de calidad. Por ello, es importante que no solo veamos los posibles riesgos sino las amenazas que conlleva este tipo de tecnología y las desigualdades que puede generar.

Estamos ante un mundo aparentemente infinito de posibilidades para el mundo de la educación. Es importante que los límites los pongamos nosotros y que sigamos generando conocimiento con el apoyo de la Inteligencia Artificial. Aprovechemos todas las oportunidades que nos brindan estos avances tecnológicos y seamos conscientes de lo que son: herramientas creadas por el ser humano para apoyarnos, no una máquina que pueda sustituir a una persona.