¿Alguna vez has realizado un curso y no has entendido nada de la formación que estaban impartiendo? Seguramente, a la hora de realizarla, nadie se ha planteado cuál sería la mejor manera de organizar los contenidos para que el proceso de aprendizaje fuera positivo y enriquecedor.
Un pilar fundamental a la hora de realizar una formación es tener claros cuáles son las necesidades de los estudiantes, y a partir de ello establecer los objetivos de aprendizaje, qué es lo que se pretende al impartir una formación y la mejor manera de desarrollarla. Es ese el papel que desempeña el diseño instruccional pues su objetivo principal es diseñar contenidos atractivos e interactivos y experiencias de aprendizaje efectivas y eficientes. Esto implica el desarrollo de materiales y actividades que permitan además evaluar los conocimientos adquiridos. Todo ello se hace teniendo en cuenta que los alumnos son participantes activos que deben involucrarse en el proceso de aprendizaje de forma activa y reflexiva.
Un breve acercamiento a la historia del diseño instruccional
El diseño instruccional no es un concepto moderno, sino que se trata de un campo de estudio ampliamente reconocido en la educación y cuyas raíces se remontan ni más ni menos que a los primeros años del siglo XX, pues ya el estudio de cómo aprenden los seres humanos comenzó con conceptos como el condicionamiento clásico –seguro que te suena el perro de Pavlov y la campanilla que sonaba cada vez que se le daba de comer-, o el estudio de los procesos cognitivos que incluyen los estudios de los psicólogos Piaget y Vigostsky, y que se centraban en el desarrollo de la capacidad de pensar en los niños y cómo influye el entorno social y cultural en el desarrollo cognitivo.
Sin embargo, no será hasta la Segunda Guerra Mundial que el diseño instruccional comienza a tomar forma con la necesidad de los militares estadounidenses en capacitar a grandes grupos de personas en la realización de tareas técnicamente complejas lo más rápido posible. Para ello se contrataron a psicólogos y educadores para diseñar y desarrollar programas de entrenamiento efectivos para los soldados. Entre todos ellos destaca el psicólogo Robert Gagne, quien en la década de 1960 desarrolló una teoría de los objetivos de aprendizaje y un modelo de diseño instruccional basado en los Nueve Eventos Instruccionales.
A medida que el tiempo avanza, el diseño instruccional se va convirtiendo en un campo de estudio interdisciplinario que va a involucrar a diferentes agentes entre psicólogos, pedagógos, diseñadores gráficos, programadores, etc. Si en un inicio ponía el foco en la transmisión de información y la memorización, evoluciona de tal manera que el foco de atención pasa al estudiante. Se prioriza una formación activa que predisponga a la participación y la reflexión, a través de la adaptación del contenido a sus necesidades específicas.
El diseño instruccional ahora
Actualmente, el diseño instruccional ha ido evolucionando y cuenta con mayores recursos. Hoy por hoy encuentra en la tecnología su mayor aliado, pues incorpora cada vez más herramientas y recursos digitales que mejoran día a día el aprendizaje de los estudiantes.
Un buen entorno de aprendizaje en línea y buenos recursos multimedia son grandes aliados para una mayor comprensión de los conceptos. Estos nuevos entornos evalúan al estudiante, no solo a través de un cuestionario o examen que mide los resultados a partir del conocimiento adquirido, sino que va más allá y permite introducir otros aspectos tan importantes como las habilidades y competencias de los alumnos.
Es posible también crear experiencias de aprendizaje más inmersivas, a través de entornos de aprendizaje más interactivos o la incorporación de elementos gamificables que suponen una gran motivación para los estudiantes.
Además, cada vez comprendemos mejor cuáles son las necesidades y preferencias individuales de los estudiantes, y el diseño instruccional evoluciona permanentemente para dar con las estrategias necesarias de personalización, adaptando el contenido y transformándolo en una experiencia de aprendizaje global.
Nuestro aporte de valor como expertos
En DEXS somos expertos en dar a nuestros contenidos el formato que los estudiantes necesitan. Creamos experiencias de aprendizaje a la medida de las necesidades de nuestros clientes, adaptando nuestras formaciones a los alumnos, los principales protagonistas de la formación y adaptando los materiales a recursos de aprendizaje listos para integrar en cualquier LMS.
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