Para la OMS, más de mil millones de personas (15% de la población mundial) viven con algún tipo de diversidad funcional y este número está aumentando drásticamente por causa de las tendencias demográficas al alza y al aumento de las enfermedades crónicas, entre otras causas. 

Teniendo en cuenta las diferentes tipologías de discapacidad, temporal o permanente, no es improbable que casi todo el mundo sufra algún tipo de discapacidad en algún momento de su vida. 

Modalidades formativas en personas con discapacidad

En los últimos años se ha puesto mayor foco en las necesidades formativas de las personas con discapacidad, que a menudo han sufrido por estigmatización y discriminación, recibiendo servicios de baja calidad. 

La discapacidad se refiere a la interacción entre individuos con una condición de salud (por ejemplo, parálisis cerebral, síndrome de Down y depresión) y factores personales y ambientales (actitudes negativas, transporte y edificios o tecnologías inaccesibles, apoyos sociales limitados).  

La necesidad urgente de reducir las discapacidades y de generar la formación más inclusiva, ha hecho que el tema de la accesibilidad cambiara de forma irreversible las modalidades de creación de los contenidos. 

En este breve artículo, iremos presentando los términos clave de este paradigma, accesibilidad, inclusión y diseño universal, al fin de crear una base de conocimiento compartida que pudiera ser de inspiración a cualquier profesional interesado en crear materiales inclusivos y para todos.

Históricamente las discapacidades han sido tratadas como enfermedades de las personas. Con la introducción de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas esta visión fue finalmente cambiada, definiendo las discapacidades como el resultado de la interacción de una persona con limitaciones y su entorno.  

El foco, ha pasado de un plan totalmente personal a un fenómeno social y ha revolucionado la forma de enfrentar y adelantar el problema.   

Accesibilidad  

El concepto de accesibilidad, por lo tanto, se utiliza para definir el grado en que cualquier ser humano, más allá de su condición física o de sus facultades cognitivas, puede interactuar con algo o disfrutar de un servicio o hacer uso de una infraestructura/tecnología.  

Inclusión en la educación  

Cuando hablamos de inclusión en la educación, nos referimos a todos los cambios y modificaciones en contenidos, estructura y estrategia o forma, vueltos a garantizar la igualdad de oportunidades de acceso a la formación para todos. 

Diseño universal 

En el pasado, la creación de contenido accesible solía desarrollarse en dos fases. En primer lugar, se realizaba un diseño con una audiencia especifica en mente. Después, se pasaba a modificar el diseño para proporcionar accesibilidad a un público más amplio. Esto proceso solía aumentar los costes, los tiempos y, a menudo, el producto final faltaba de creatividad, consistencia y modernidad.  

El diseño universal, al contrario, tiene el potencial de incorporar la accesibilidad en la creación de un producto formativo utilizado por un amplio público como audiencia inicial sin tener que volver a lo básico durante la fase de adaptación.  

La idea de utilizar el diseño universal es de reducir los obstáculos al acceso adaptando la formación a un amplio espectro de personas con diferentes capacidades. Las personas que necesitan la formación deben poder utilizar una amplia variedad de dispositivos para acceder a los contenidos y que el uso de estos no tenga que depender de su capacidad, por ejemplo, de pulsar un botón o distinguir diferentes colores.  

El contenido no puede requerir que las personas aprendan a un ritmo predeterminado. 

Se debería poder utilizar su pantalla braille o un software especializado de lectura y escritura. 

A la hora de crear el contenido, el diseñador debe ser coherente en el diseño, presentar instrucciones claras en un lenguaje sencillo y conciso, y proporcionar información durante y después de la realización de cada tarea. 

Los siete fundamentos del diseño universal 

Uso equitativo 

• Proporcionar los mismos medios de uso a todos los usuarios: idénticos siempre que sea posible, equivalentes cuando no lo sea 
•  Evitar la segregación o estigmatización de los usuarios 
• Las disposiciones de privacidad, seguridad y protección deben estar disponibles e iguales para todos los usuarios 
• Que el diseño sea atractivo para todos los usuarios 

 Flexibilidad de uso 

• Ofrecer la posibilidad de elegir los métodos de uso 
• Adaptar el acceso y el uso para diestros o zurdos 
• Facilitar la exactitud y la precisión del usuario 
• Proporcionar adaptabilidad al ritmo del usuario 

Uso sencillo e intuitivo 

• Eliminar la complejidad innecesaria 
• Ser coherente con las expectativas y la intuición del usuario 
• Adaptar a un amplio rango de competencias  

• Organizar las informaciones en función de su importancia 
• Proporcionar indicaciones y comentarios durante y después de la realización de la tarea 

Información perceptible 

• Utilizar diferentes modos (visual, verbal, táctil) para la presentación redundante de la información esencial 

• Proporcionar un contraste adecuado entre la información esencial y su entorno 
• Maximizar la «legibilidad» de la información esencial 
• Diferenciar los elementos de manera que puedan ser descritos (es decir, que sea fácil dar instrucciones o indicaciones) 
• Proporcionar compatibilidad con una variedad de técnicas o dispositivos utilizados por personas con limitaciones sensoriales 

Tolerancia al error 

• Disponer los elementos para minimizar los peligros y los errores 
• Proporcionar advertencias de peligros y errores 
• Proporcionar elementos de seguridad 

 Bajo esfuerzo físico 

• Permitir al usuario mantener una posición corporal neutra 
• Minimizar las acciones repetitivas 
• Minimizar el esfuerzo físico sostenido 

Tamaño y espacio de aproximación y uso 

• Proporcionar un espacio adecuado para el uso de dispositivos de ayuda o asistencia personal 

Porque crear contenido accesible e inclusivo 

Al dominar la accesibilidad, podemos relacionarnos mejor con cada individuo y asegurarnos de que nuestro contenido, productos y servicios sean inclusivos para todos. 

Sea cual sea el proyecto en el que estamos trabajando, es esencial evaluar si la formación cumple con estos siete principios. Puede facilitar este proceso pensar a diferentes tipologías de usuarios como: 

• Las personas que utilizan teléfonos móviles y otros dispositivos con pantallas pequeñas 

• Las personas con capacidades reducidas debidas al proceso de envejecimiento 
• Las personas con discapacidades temporales, como la rotura de un brazo o la pérdida de unas gafas 
• Las personas con discapacidades permanentes de tipo visual, auditivas, de movilidad o cognitivas 
• Las personas con limitaciones situacionales, como personas que trabajan en un entorno en el que no pueden escuchar el audio 
• Las personas con una comprensión limitada de un idioma 

En última instancia, no solo las personas con discapacidades reconocidas, si no todas las personas se benefician en tener pleno acceso a los contenidos formativos y de poder interactuar con ellos de forma eficaz, independientemente de cómo decidan acceder al  material de aprendizaje o de cuáles sean sus capacidades individuales en un dato momento.