Un plan de formación es el conjunto de acciones formativas definidas para actualizar, reciclar o renovar los conocimientos y habilidades de los empleados dentro de una empresa.
El objetivo de este plan es que los empleados adquieran nuevos conocimientos para mejorar sus competencias y proyección, y que la empresa cuente con empleados más preparados y formados.
A través de un plan de formación bien diseñado e implementado, la empresa tiene la oportunidad de aumentar la motivación de los empleados y su permanencia en la empresa. Si dentro de mi empresa tengo la oportunidad de formarme en nuevas competencias y afrontar nuevos roles, ¿por qué no seguir?
Uno de los elementos clave para contar un equipo competitivo en tu empresa es el desarrollo de planes de formación para seguir potenciando y desarrollando el talento de los empleados. Además del desarrollo profesional y el talento, se potencia la innovación, las habilidades personales o el reciclaje profesional.
Para una buena formación de los empleados se debe crear un buen plan formativo, pero ¿cómo hacemos un plan de formación con éxito que atraiga a nuestros trabajadores?
Buena parte del éxito del plan se centra en el diseño y en el análisis previo, teniendo en cuentas las necesidades de los trabajadores, de la organización y de los cambios o transformaciones del mercado.
El mercado laboral está en continuo cambio, las empresas están en constante transformación tanto de carácter tecnológico, como organizacional o incluso en el modelo de negocio. Algunos de estos cambios pueden afectar al capital humano de la organización y modificar su modo de trabajo, responsabilidades o herramientas, y es necesario tomar las medidas adecuadas para que los profesionales vayan al ritmo de las transformaciones del mercado y las empresas, mejoren su competitividad y aumenta el grado de fidelización e implicación dentro de la empresa.
Los cambios y transformaciones exigen a los trabajadores desarrollar nuevas competencias, para mantenerse actualizados y preparados para este cambio. Las empresas deben responder a estas necesidades mediante la creación de un plan de formación que sea útil para el empleado y le ayude a mejorar.
Plan de formación para el desarrollo de conocimientos y habilidades
Las compañías deben proporcionar a la plantilla cursos formativos que permitan desarrollar los conocimientos y habilidades, competencias, de sus empleados a un nuevo nivel.
Es un doble beneficio para la empresa porque va a conseguir los trabajadores adecuados a cada puesto, teniendo la oportunidad de diseñar el plan de formación a la medida de sus exigencias. Además, la compañía se beneficia porque la formación se traduce en un crecimiento notable en innovación y productividad que le permitirá diferenciarse de la competencia.
Un plan de formación para la empresa debe partir siempre de un análisis de la situación para conocer las necesidades y características a tener en cuenta en la planificación formativa concreta en esa organización. Debemos plantearnos varias cuestiones como qué tenemos, qué deberíamos tener y cómo debemos crecer con el fin de valorar, de la manera más objetiva posible, qué recursos, necesidades y carencias tiene la empresa.
El primer paso para el diseño del plan de formación debe ser determinar el nivel de conocimientos y habilidades de los empleados y cuáles son sus necesidades. Con esta información, podremos elaborar las características del plan, por lo que tendremos que saber:
• Qué nuevos conocimientos deben adquirir los empleados.
• Cuáles son las actitudes que desarrollar.
• Qué habilidades que deben potenciarse.
En este primer análisis, ya se determina la estrategia formativa que permita que los trabajadores cumplan con los requisitos exigidos en su puesto y les capacite, incluyendo en el diseño del plan la adquisición de conocimientos y habilidades y el desarrollo de actitudes a potenciar.
A la hora de implementar la formación, se deben definir el número de horas de formación, sus contenidos, modalidades formativas, planificación y organización.
Uno de los elementos clave de los que va a depender el éxito o fracaso del plan es la elección de los contenidos más adecuados y que cumplan con los objetivos establecidos en la definición del plan.
Tras la implementación del plan y su ejecución, será necesario una evaluación de los resultados, analizando en qué medida se han cumplido los objetivos planteados y realizando una valoración tanto cuantitativa como cualitativa.
Adicionalmente a la evaluación de los resultados, se debe realizar un seguimiento de los resultados, una medición eficaz que cuantifique los aprendizaje adquiridos y la puesta en práctica por parte de los empleados.
La empresa debe recoger los datos suficientes para poder valorar si el plan de formación ha sido rentable y en qué medida se justifican futuros planes de formación.
La finalidad de un buen plan de formación es detectar las principales debilidades de la empresa y diseñar una fórmula para completar esas carencias.
Si somos capaces de detectar las necesidades formativas a tiempo y crear planes de formación a medida, podremos:
- Lograr los objetivos de la empresa.
- Mantener a un equipo flexible, polivalente y eficaz.
- Retención del talento.
- Desarrollo profesional.
- Mejora de la competitividad de los empleados.
Como expertos de formación, en DEXS ayudamos a nuestros clientes en la elaboración del plan de formación personalizado, acorde con sus necesidades reales, y los acompañamos durante todo el proceso formativo guiados por nuestros expertos de las Comunidades para lograr sus objetivos.
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